domingo, 6 de octubre de 2013

SANTA MARÍA, TU BARRIO.

Mi Barrio, siente mi época.

A ver pues, ya no hay libros a la venta del libro santa maría tu barrio, por cierto muchas gracias a todos los que lo a veis comprado, y a los que no, aquí esta mi historia publicada en dicho libro, ademas mucho mas extensa, espero que os guste, adentrarse con migo en mi barrio, en mi época, todo sucedió en la ultima cuarta parte del siglo pasado, es corta, pero llena de recuerdo y emociones.

Dibujo de 1513, vista parcial de Cádiz, autor desconocido.

Ante todo quiero presentarme, me llamo Miguel Rosano Jiménez, tengo 38 años, soy natural de Cádiz, por suerte y con mucho orgullo, de ver sido criado, en uno de los arrabales más antiguo de Cádiz, en el (barrio de santa maría), en dos, de sus típicas calles, las cuales una de ellas era la de mis abuelos, que esta denominada, como calle de la “botica”, en el portal número 9, frente a la antigua peña de (santa María) en la que real mente, por el destino casi naci y la otra era la de mis padres situada en la calle “goleta “en el numero 1 duplicado, y nacido, en el hospital de san Juan de dios, el 24 de agosto de 1975, en definitiva me siento "gaditano", por los cuatro costado, pero sobre todo muero con mi barrio, añejo y castizo y como dice mi compatriota de la casa de los tres patios de la calle botica, en santa María somos bohemios somos distintos.
 
Fotografía de mi padre, mi madre, y yo recién nacido, en la parroquia de la merced


Toda mi niñez la pase en casa de mis abuelos, debido a un asiente de tráfico que tuve en el año de 1979, con la temprana edad de cuatro años, sucedió en pleno barrio, entre las influencias de la calle de santo domingo con teniente Andújar, estaba de compra en el ultramarino de la esquina, en el cual me acuerdo perfectamente, el gerente se llamaba “serafín”.

Yo estaba acompañando  a mi madre, como se solía decir haciendo los mandaos, pero yo muy travieso le cojo la vez a mi madre y me escabullo a fueras del ultramarinos, era una hora muy señalada la 1 de la tarde, y justo en la esquina avía un camión que repartía vino de la famosa marca (savin), en el cual los envase no eran de plástico si no de cristal y por su hora el camión estaba bien cargado de dichos víveres, y detrás del camión un gato, y yo como Fran de la jungla, quise sacar al susodicho animal, y justo en ese momento el conductor da marcha atrás, el vehículo me tira al suelo y yo que tenia puesto el típico casco de meteoro como los que usan los niños con las moto de baterías, la rueda del camión me roza dicho casco, el cual se me incrusta en la cabeza provocándome 76 puntos de sutura, pero con más vidas que un gato, como se suele decir, me recupere, después de un gran proceso de recuperación.
Y llego el día del alta hospitalaria y me llevaron a casa de mis abuelos para visitarlos, pero ese día empezó a llover mucho y me dejaron con ellos, mis padres debido a que estaban solo dos calles más atrás me dejaron, y desde este día por una cosa u otra, me quede con ellos hasta la edad de 16 años, por eso digo que he sido criado en la calle botica y no en casa de mis padres en la calle goleta.


 Fotografías de la fabrica y botella de savin, el camión no he podido encontrarlo


Recuerdo llegar a la edad de diez años y aun los tiempos eran difíciles para la ciudad, avía pasado solo una década, de la caída del franquismo y la muerte del mandatario, y la democracia ya cogía bastante poder, y llego mi niñez y mi juventud.

La gran mayoría de las fincas estaban en ruina, las fachadas muy deterioradas y carcomías por los años, muchas de ellas ya apuntaladas y de soladas en la penumbra de la soledad.  
Fotografía tomada a mis diez años de edad.

España evolucionaba poco a poco, pero donde pareció pararse el tiempo, fue en Cádiz, sobre todo recuerdo mi barrio muy castigado, teníamos un antiguo alumbrado, incluso muchas farolas apenas sostenían un hilo de luz, los pavimentos de las calles estaban en muy mal estado, era casi imposible andar por algunas de ellas, recuerdo que las aceras eran de piedras grandes, yo diría que de piedra tarifa muy pulidas y el resto de chinos, y muy desnivelado de la solería, en el cual cuando llovía el agua quedaba estancada, formando muchos charcos al igual que su alcantarillado, recuerdo que algunos de ellos con las fuertes lluvia se atascaban, incluso cuando soplaba nuestro querido viento de levante, soltaban un olor muy desagradable.

Fotografía de como esta el enlosado, el cual yo conocí aun en mal estado que el de la fotografía
Recuerdo que en cada finca Vivian muchas familias, todas de clase baja, pero muy humildes, en la casa que mis abuelos vivían, era una finca típica del barrio, la cual era muy barroca, el neoclásico nunca llego a ella, tenía un portal muy amplio y un gran portón de madera, la solería era de piedra tarifa, albergaba un gran patio, en el cual no faltaba su típico brocal, y todo repleto de macetas, cada planta albergaba unos corredores muy largo pero a su vez no muy anchos, si paseabas por ellos y tu mirada la dirigías al cielo podías ver los pariguelo, alfajías, incluso hasta los ladrillos toscos de la planta superior, poseía una buena azotea muy grande y soleada, con su típico lavadero, el cual ya estaba rehabilitado como vivienda, pero aun tenia los techos de uralita, imaginaros que calor tendría que pasar esa familia en su casa en pleno verano o un frio que pela en invierno, por cierto los que Vivian en ella, era mi tío pilito y mi tía Rosi, y mis primos, Miguel, Juan, y Rosa María.

En cada planta poseía un cuarto pequeño, donde solo cavia el W.C, y otro donde se albergaba la cocina, aun parece que la estoy viendo y sintiendo como si fuera ayer mismo, en ellas he vivido muchas emociones, recuerdo muy bien sus típicos hornillos, y sus fuertes fregaderos, hechos con material, y pintados con cal, dentro de las posibilidades que se podía tener estaba todo muy organizado y limpio, estos habitáculos eran comunitarios, pertenecían a los vecinos década planta, los cuales eran responsables de su mantenimiento, imaginaros la de tristezas y alegrías que se han vivido en estas cocinas comunitarias con ellas se podría escribir hasta un libro.

La gran mayoría de los vecinos no tenían cuarto de baño, el tenerlo, en mi época, era todo un lujo, yo gracias a la situación de mi padre que era trabajador de portuarios no estábamos tan mal y si tuve siempre mi cuarto de baño, al igual que en casa de mis abuelos.
Pero recuerdo como si fuera ayer a un amigo que en el mismo salón tenía un recodo en la pared, al cual, se le llamaba (alacena), hoy día un ropero empotrado, el padre entre la necesidad y que el hombre era muy manita, ideo este sistema de ducha:

Puso en la parte alta de la alacena una tabla de lado a lado, tenía un pequeño deposito rectangular de plástico duro, en el cual por la parte baja, tenía un orificio, he incrusto no sé como un grifo de estos antiguos de llave de paso, y a continuación tenia acoplado un trozo de manguera de unos 20 o 30 centímetros, y al final de su extremo, tenía una alcachofa pequeña como las que suelen tener hoy día las placas de ducha en la manguera, luego tenía debajo en el suelo un barreño de estos típicos de hojalata muy grande, donde mi amigo se introducía, para verlo, con su cortina, la madre calentaba el agua, la introducía en el depósito, la rebujaba con agua fría hasta ponerla a una buena temperatura y listo, una maravilla casera, así he visto a mi amigo cientos de veces bañarse, era muy trabajoso pero el siempre estaba limpio y aseado a pesar de todas las necesidades que el barrio en mi década aun poseía.

Otra cosa que no quiero dejar pasar y de lo que también me acuerdo muy bien, es de la hospitalidad que siempre avía en el barrio, sobre todo los vecinos de la misma finca o con tiguas daba igual, es que no éramos vecinos, éramos una piña, siempre todos muy unidos, por ejemplo recuerdo la de veces que he escuchado decir vecina tiene aceite, o un poco de azúcar, o al contrario, incluso se contaban los problemas familiares, el barrio era una familia.
Las puertas de tu propia casa siempre estaban abiertas, a pesar de que eran tiempos difíciles, el barrio estaba lleno de familias, de niñ@s, de establecimientos de todo tipo, el mercado de la merced, (muy conocido como el piojito), funcionaba a pleno ritmo, recuerdo que los puesto del pescado estaban afuera de la plaza pegados en la pared de enfrente en unos habitáculos hechos de piedra de una sola planta, al igual recuerdo su derribo,  y la mejora de la plaza, ya hasta los sábados venían los gitanos y hacían un mercadillo alrededor de la plaza para vender ropa, a muy buen precio, de por eso es apodada dicha plazoleta por el piojito y no por la merced, para los añejos del barrio.

También recuerdo perfectamente de la plazoleta al hombre que cuidaba la prevención, el cual era delgado, bajito, con una gran barba, no me acuerdo de su nombre, eso sí lo teníamos aburrido con nuestras diabluras en la plazoleta, la prevención estaba ubicada en lo que hasta no hace mucho a sido el ambulatorio del barrio, hoy día el susodicho edificio está en ruina.
Incluso me acuerdo perfectamente cuando mi abuela me mandaba a comprar churros, a la churrería del (piojito), me encantaba hablar con el dueño, mientras me serbia. Recuerdo que era de pueblo, bajito, y de gran bigote, siempre muy amable, digo lo de amable porque mi pandilla le dábamos mucha la vara con la pelota, uf… que tiempos.

Hablar de la plaza de la merced, se me hace hasta la boca agua y podría contar mil y una historias, una de ellas que quiero recalca es las fiestas que se organizaban, incluso se hacían trabajos manuales algunos sábado, recuerdo de hacer mascaras de estas típicas que se hacen con papel de diario, un globo y pegamento, además hacíamos carreras de saco, a la carretilla, o al pañuelito.

Recuerdo con mucha añoranza las fiestas de la papa aliñada que se realizaba en carnavales o del cine que ponían en la esquina de la iglesia de la merced que su entrada la tenia justo donde está el campanario, recuerdo muy bien que justo en la entrada avía un puesto de madera que regentaba una señora un poco basta y siempre vestida de negro con su roete muy alto, la cual proporcionaba de chuches a todos en la plazoleta.

Hablando de cine, también recuerdo el que realizaba la peña el (Lete), la cual estaba situada en la esquina de las influencias de la calle santo domingo con botica, era al aire libre y la pantalla era la pared del convento de santo domingo, lo que hoy día es el hotel del convento, nos ubicábamos en la misma esquina sentados en la calle, y algunos sentados en sillas que sacábamos de casa y otras de la misma peña, con este cine pase muy buenos momentos éramos unos niños muy felices, como ya vengo diciendo el barrio era una familia.




Calle santo domingo y convento del mismo nombre.

Recuerdo con añoranza algunos puesto de chuches del barrio, como por ejemplo el manquito y su mujer concha, que estaba ubicado en la calle santo domingo, justo al lado del cocedero de marisco, actual mente esta finca esta demolida, al igual que la contigua que era una tienda de su ministros de la construcción, a la cual se acedia por la cuesta de las calesas, que hoy día es una calle nueva queda acceso desde la calle santo domingo a la cuesta de las calesas.

También recuerdo más arriba de la misma calle pasando la influencia de la calle teniente Andújar, otro puesto de chuches, lo regentaban dos personas muy mayores, él se llamaba manolo y ella dolores, él era el típico hombre humilde siempre vestido igual, con su camisa de rallas, pantalón de pinza un poco recortado y sus típicos tórtolas, y su típica boina con su pequeño rabito en el centro, ambos eran muy buenas personas.

Además recuerdo el puesto de teniente Andújar con botica, el cual era conocido por el puesto de concha y su hijo Joselito, justo enfrente estaba el bar (botica) muy conocido en el barrio; O el de Pepa Figueroa situado en la misma calle teniente Andújar el cual su puerta colindaba con la calle Rutilio.

Otro puesto de chuches muy conocido en el barrio situado en la calle de la merced y pegado a la plaza de las canasta, en esta finca está ubicado hoy día el ambulatorio de la merced, esta finca es muy conocida por la casa de los paraguas.

Recuerdos todos los puestos de chuches, muy antiguos y con un olor muy peculiar imagino hoy día que era debido a su antigua madera ya carcomida por los años y el fuerte olor a golosinas.
También recuerdo como si fuera ayer la zapatería de “laqui”, en teniente Andújar, y a su gerente, un hombre muy grande, que cuando no tenía tu número de pie, tenía que ir a su almacén situado en la calle público, era un buen hombre muy simpático, dejaba fiado mucho en el  barrio, al igual que julio el ditero que su especialidad era la ropa y su empleado marco, también suministraban fiado a muchas familia del barrio por no decir a todos.

Uf…, que de recuerdo me vienen, de este señor, Don Bernardino el practicante, que tenia situado su ambulatorio en teniente Andújar, al lado de la zapatería laqui, y justo enfrente del refino, miedo me daba ir a pincharme, lo recuerdo perfectamente, rellenito, con poco pelo, con gafas, y con una voz muy peculiar y suave, era súper agradable.

Hablando de esta calle tan Peculiar del barrio, no puedo dejar pasar de hablar, de todas esas veces que visitaba a Pedro romero grandísimo escritor y sobre todo persona, el cual vivía en una asesoría de dicha calle, aunque luego paso a vivir a un bajo de la calle santo domingo justo en frente de la antigua peña la perla, mi amistad con él era debido a mi abuela y mi tío Juan, arias el (pelao), ellos eran muy amigos de Pedro.

Recuerdo que Pedro no tenia agua en su casa, yo muchas veces estaba recorriéndome las calles del barrio en busca de algún juego, y al pasar algunas veces cerca de su casa, él me llamaba: miguelito ven, por favor, ve  acogerme agua al patio de mi portal, yo muy obediente al ser muy amigo de mi familia siempre le iba, el me daba dos cubos, los cuales yo llenaba y directo a cumplir mi  mandado, una vez terminado el trabajo, pues siempre me daba cinco duros y yo más contento que un san Luis de palo.

También recuerdo y además estuvo mucho tiempo en casa de mis padres, era una mesa de estas de colegio que tenían la silla pegada en el lateral, la cual tenía un porta libros de bajo de la mesa, que en cuanto la vía en su casa, no dude en pedírsela, la cual, el medio sin ningún problema, y yo como ya he dicho anteriormente, la tuve en casa de mis padres, durante casi toda mi E.G.B., Era un hombre muy querido en el barrio, recuerdo que cuando el pasaba x la calle no avía ningún vecino que no lo saludara o se parara hablar con él, bueno Pedro estés donde este, te mando un gran beso amigo, el barrio no te olvidara nunca.


Pedro Romero, amigo del barrio.

Las calles del barrio rebosaban de alegrías, las niñas jugaban al elástico, a los cromos, a la china, uf…, al elástico que por cierto cogían toda la calle para ellas al tener que colocar el elástico de extremo a extremo de la calle, y el juego que más recuerdo de las niñas, es el cordel, será porque yo he jugado más de una vez con ellas, cantando la canción de cuantas novias vas a tener, 1, 2, 3, 4, 5…, increíble cómo pasa el tiempo.

Los niños jugábamos, al esconder, a las canicas, al trompo, al contra, a la botella, o cuantas partidas de tapones nos hemos pegados en todas esas casa puertas del barrio, que ya su piedra de tarifa desapareció, por el terrazo, por el cual los botones corrían como balones en el campo de futbol, con su tapón de bombona de butano para el portero, o los Terry de las botellas de vino para los defensas, era una maravilla de juego, no hoy día con tanta tecnología y redes seciales.

Recuerdo un suceso en el barrio, cuando yo solo era un chaval, era por la tarde noche, yo tenía unos 10 años, pues sería aproximadamente por el año 1985,susedio en el ultramarinos llamado (la parra), el cual estaba entre las influencias de la calle teniente Andújar con la calle botica, el cual estaba regentado por un hombre alto, el cual se llamaba vitoriano, recuerdo que era almacén y bar, yo estaba con mi abuela comprando mandaos, y hablando con el dueño, pues teníamos mucha amistad con él, pero al ser una almacén, bar, y la época que corría, imaginaros la gentuza que en el bar entraba, de pronto entra un individuo en muy mal estado, debido a las drogas que abría ingerido, el individuo entra con una machota en la mano, una machota, es un martillo grande para que me entiendan, si de estos de albañil, una bestialidad, pues entro amenazando al susodicho gerente, dame el dinero o te mato, yo eche a correr para fuera llorando y mi abuela en medio que no salía, y entre una cosa y otra, el delincuente agrede con la machota a vitoriano, proporcionándole en la misma cabeza, al cual deja tirado en el suelo al instante, y se llevo todo el dinero de la antigua caja registradora, fue un grave suceso para mí, el cual se me quedo marcado muchos años en mi mente, recuerdo que el ultramarinos a raíz de este a acontecimiento ya no abrió nunca más sus puerta, eso sí unos años más tarde vi al pobre vitoriano que por suerte vi que estaba bien recuperado, pero le dejo grabes lesiones en su cabeza, era un buen hombre que también dejaba mucho fiado a todos los vecinos del barrio, no busquen hoy día este ultramarinos ya no existe hoy día esta convertido en una vivienda.

También recuerdo con mucha añoranza y devoción aunque sea ateo, la de veces que todos los años por semana santa, el típico día de jueves santo, he visto la salida de su templo, del más gitano y honrado del barrio, nuestro padre Jesús de nazareno, para los “barrieros”, el “greñuo”.

Nazareno de Santa Maria.
Hoy  día sigue viendo mucha devoción por nuestro gitano, pero antes era tremendo, creo que los de votos se entregaban mas, recuerdo una penitencia muy larga con grandes cruces de madera y grandes cadenas, incluso sangraban. Yo siempre he seguido al nazareno desde su salida hasta que podía, claro era pequeño y a casa, pero como soy a afortunado de ver vivido en el numero 9 de la calle botica, mis abuelos me levantaban desde que yo era muy pequeño, cuando pasaba de madrugada por la calle, era increíble, yo tan pequeño, casi dormido y ver a ese majestuoso paso con tan increíble imagen, los vecinos animaban a los cargadores con sus voces, era apasionante verlo y pasar solo a unos centímetros de mi, par mi era alucinante.
Recuerdo que la devoción era tan grande por nuestro gitano, que las mujeres más mayores del barrio se ponían como promesa la túnica morada y el lazo de color de oro, como la túnica del nazareno, dichas promesas la soportaban todo el año entero, siempre que salían a la calle, conozco algunas que las llevaron hasta su muerte, era increíble escuchar y ver estas devociones, yo en particular como ya mencione antes, siento decir que soy ateo, pero  con el “greñuo” muero, esto no es cuestión de religiones, si no de sentimiento y pasión por el.
Mis padres al vivir en la calle goleta junto a la peña Paco alba, la cual tenía colocado una imagen del nazareno en su fachada, hecha de chapa y en relieve, que imagino todos recordamos. Recuerdo la de veces que la he limpiado y pintado durante muchos años, al igual que mi vecina, no sé porque pero la peña se desentendió de su mantenimiento, como vengo diciendo el “greñuo” no es religión para mi, tod@s estamos preparado para creer en él, gracias a la gente mayor, que se lo inculca a los jóvenes, desde muy temprana edad, y de esta manera es como se consigue que todo un barrio se vuelque y muera por el más respetuoso nazareno de santa María.
Fotografía del nazareno saliendo de la calle botica al campo del sur


También recuerdo el barrio, desde muy temprana edad, lleno de anécdotas interesantísimas y a la vez cautivadoras y apasionantes, que podría fijar en cualquiera de ellas.

Las personas mayores, incluso nuestros propios abuelos contaban misteriosas historias. Tal vez las escuchaba en casa de tu propio amigo, o como por ejemplo como yo, que eran mis abuelos los que me las contaban, que por cierto, me encantaba escuchar todas sus anécdotas, que no eran pocas y sobre todo las de mi abuelo, que fue un hombre muy aventurero.

Su juventud fue muy dura, fue uno de los individuos que perteneció a la famosa banda del (rubio malo), muy conocida en la ciudad por la época, los cuales le dieron muchos quebrantos de cabeza, tanto a la guardia civil, como a la policía municipal, paso por cosas que no hubiera querido pasar, pero la vida se le represento así, tuvo que pasar por diferentes tropiezos que a continuación relato.

Fue desterrado de España, tubo que fugarse con tres compañeros mas de polizón en  un barco con dirección al extranjero que estaba situado en el puerto de Cádiz su dirección era precisamente a Checoslovaquia,  tuvieron un buen viaje por lo menos no fueron sorprendido por la tripulación del barco, muchos días después de partí de Cádiz, lo encontraron debido a que uno de los polizones se puso grave mente malo, por este motivo fueron todos seguida mente capturado, en cuanto llegaron a puerto extranjero lo recluyeron en prisión, pidieron asilo político, para poder volver a Cádiz, el cual le dieron pasado unos meses, y posteriormente extraditado a España, seguidamente directo a Cádiz y en carcelazo.

Por desgracia de su vida estuvo preso, en muchas ocasiones, pero la condena más larga fue diez años a pulso, estuvo recluido en la (cárcel real de Cádiz), 6 años, debido a que la penitenciaria ya no aguantaba más y su historia como cárcel tenían ya los días contado, llego el momento y serró sus puertas, y fue trasladado al penal del puerto de santa María hasta termina los 4 años que le quedaban aun, y es puesto en libertad y seguidamente a cava su carrera como delincuente, a raíz de este acontecimiento ya nunca más en su vida piza la cárcel.

Empieza otra etapa de su vida y empieza a relacionarse con el contrabando de tabaco, debido a que entro en el mulle de Cádiz de embarcado a demás de vigilante y por la noche aunque imaginaros y de ahí su pequeña fortuna como contrabandista de tabaco, como ya he dicho estuvo muchos años embarcado, en los cuales dio dos vuelta al mundo, además fue ditero, prestamista y todo lo que podía, claro que fuera mercado negro.

Otra anécdota que me encantaba escuchar de mi abuelo, que por cierto en esta ocasión me la contaba la gente mayor del barrio diciéndome:

Tu abuelo era un granuja yo me acuerdo cuando los camiones de la fábrica de tabaco llegaban por la parte alta de las cuestas de las calesas, tu abuelo se acoplaba corriendo en la parte trasera del camión, abría la puerta y como buena mente podía tiraba unas caja de tabaco para la acera, se bajaba, las cogía y salía pitando. Lo cual es todo verdad, luego de tanto escuchar esta historia pregunte a mis abuelos, y di que era verdad, era todo un crack del contrabando de tabaco, increíble Azaña.

La historia que más me gusta escuchar de mi abuelo, al igual que la de mi abuela, eran cuando hablaban de unos moros de mármol jugando a las cartas debajo de su propio patio, y de una red de laberintos subterráneos, y de una tal cueva apodada de María moco, Por todo este motivo desde pequeño siempre me ha ilusionado mucho el mundo de las llamadas, (cuevas de maría moco), que en realidad son la gran red de contraminas de los glacis de puerta de tierra.

Siempre me han atraído las contraminas gracias a mi abuelo, que me contó esta historia, también hay que pensar que era una época muy oscura para Cádiz y para España., eran tiempos difíciles, de hambre y pobreza en la tacita. Que por mala suerte o un mal destino, le toco que vivir a él.

El muy conocido en la época gaditana, aproximadamente por los años 1940, y detenido varias veces por el famoso " QUE BIENE EL QUEUUU"  (hoy día policía municipal), y posterior mente detenido, y como en la mayoría de las ocasiones directo a la antigua comisaria de Isabel la católica, los cuales los calabozos están ubicados en la misma aljibe, no quiero ni pensar  el frío que no aria en pleno invierno, o bien en las dependencias de la guardia civil en el muelle, al estar involucrado en algunos robos, era un personaje muy conocido en la plaza de san Juan de dios, y en las proximidades del puerto, fue en una ocasión tiroteado, por dos balas en la espalda, por la guardia civil, al saltar la verja del muelle, por robar fardos de tabaco, pero aun así, lo alabo porque era para poder sobrevivir, por consecuencia de estos actos, tubo que adentrarse y refugiarse por los túneles de nuestra ciudad más de una vez a esconderse del "QUEUUU".

En unas de estas ocasiones de que mi abuelo estaba en busca y captura, se oculto en las galerías, lo solía tener todo controlado, sabía hacer su papel de prófugo ya no era la primera vez, todo muy planeado, mi abuela le llevaba la comida siempre a la misma hora, al parecer era al atardecer, que daban en un lusillo que estaba situado en la A.V de bahía blanca, muy conocida por la gente del barrio,(como el paseo de las palmeras), este paseo da justo a la vía del tren, daba tres golpe con el pie a la misma hora y mi abuelo, siempre salía al instante loco por recibir noticias, mi abuela angustiada por el temor de que la guardia lo pillase, como ella podía le daba la comida, velas y el diario de Cádiz con noticias frescas del exterior, mi abuelo en esta ocasión estuvo escondido en estas galerías tres meses de su vida, oculto en ella a la luz de una sola vela y una radio con la que matar el angustioso tiempo y todo esto por unos simple mantones de manila que hoy día no tiene ningún valor significativo para darte por prófugo, al cabo de tres meses, creyendo que ya no estaba en busca y captura, sale de nuevo a la calle, y esa misma tarde justo en la puerta de donde está hoy día la peña del noray situada en la calle sopranis con la callejón Amaya, hay mismo lo apresan, y es llevado, a comisaria, de ahí seis años en la cárcel real de Cádiz, la cárcel sierra, y es trasladado al antiguo penal del puerto, donde termina su condena, cumpliendo cuatro años más, como ya conté con anterioridad, aráis de esta historia me quedo sorprendido con María moco y sus túneles y empieza mi historia con ellos,  por todo este motivo me gusta real mente, todo este mundo subterráneo, que nos rodea diaria mente, serpenteando, nuestra ciudad trimilenaria.

Hoy día, se, con toda seguridad, que donde estuvo oculto mi abuelo, eran las contraminas de  punta de la vaca, a la altura del instituto hidrográfico, esta galería está pegada al lienzo de muralla de la estación de Renfe, por las que me adentre, multitud de vez en mi niñez y que gracias a mi abuelo hoy día tengo la pasión y dedicación que le brindo al mundo subterráneo, y por supuestísimo a la ciudad de Cádiz y su historia.

Como ya cuento anterior mente, esta contramina, llega a mí oído por vez primera, con tan solo unos diez años, por mi abuelo. Yo acedo a este tramo de galería en muchísimas ocasiones, en mis tiempo de chavalería, claro siempre acompañado de mi pandilla del barrio, en las cuales pasábamos grandes ratos por la vía del tren, en busca de lagartijas, siempre después de comer se cogían mejor a pleno sol, las cogíamos de dos en dos, y después a juguetear por los vagones de los trenes, al que más nos gustaba entra era al del correo, lo recuerdo con un aerodinámica muy antigua y de color amarillo, en el cual los empleado muy malaje pronto salía a correr detrás nuestra y corríamos por los matorrales y directo a la contramina de santa Elena, la cual era  un buen escondite para nuestra pandilla, qué tiempos aquellos.

Pero no es hasta, el año 20011, muchos años después de verme adentrado en ellas, por diferentes sitios de los glacis, durante mi niñez, es cuando empiezo a realizar mi investigación sobre el subsuelo de la ciudad, junto a mi compañero de aventuras Antonio Franco Ferreira, al cual le debo en parte, el poder publicar este articulo, por toda la pasión que puso a la hora de todas sus inversiones al subsuelo, sobre todo en esta dicha galería tan añorada por mi abuelo y tan fascinante y aventurera para mí.

Fotografía de las contraminas de punta de la vaca, (las cuevas de maría Moco).


Según nuestras investigaciones sobre la galería, pensamos en cierto modo, que no es parte de la gran red arterial túneles subterráneos de los glacis, incluso puedo decir con certeza que nunca han estado entrelazados, entre sí por ramales subterráneos, como estamos acostumbrados a ver, en todas las galerías aparecidas, a de mas no posee ni pozos y hornillos, con los cuales, el minador haría explotar las contramina en caso de invasión del enemigo, esta contramina nunca fue diseñada para un posible ataque, realizado con el mismo método de las minas hechas por el atacante, si no que el único deber de esta contramina era la de vigilar la playa, que poseía todo el lienzo de muralla del ala de santa Elena.

Como ya he dicho, dicha playa fue conocía por, (punta de la vaca), esta parte pensó don Ignacio Sala Garrigo, ingeniero militar y gran causante de la construcción de las contraminas en el frente de tierra, que esta parte era muy vulnerable por un ataque por mar por este costado y por este motivo se construyo, todo el frente abaluartado, y muy pegado al lienzo se construyo dicha contramina, para reforzar todo el lienzo de muralla y a de más debió de ser, una buena entrada y salida de escape de la ciudad y tener siempre muy vigilada la entrada por la bahía.

Hoy día tenemos un proyecto de un libro sobre las contraminas de los glacis de puertas de tierra, el cual está realizado por mi y por Oscar Antonio veguilla, y con mucha ayuda de Luis Riva Carrasco, técnico del museo litográfico, este trabajo ya posee más de 200 páginas, con fotografías y planos inéditos, esperamos un día no muy lejano su lanzamiento, y que Cádiz y el mundo sepa y pueda ver nuestro patrimonio subterráneo, que tiene un valor histórico incalculable y que debería ser patrimonio de la humanidad.

(Mi barrio de santa María, castizo y añejo, en el naci, en el me crie, en el pase mi niñez, mi juventud, donde encontré el amor de mi vida, mi mujer, donde nacieron mis hijos, ya no vivo en el, pero de lo que estoy seguro, es que algún día, volveré para morir).
(Si vienes a Cádiz no deje de pasar por el barrio de santa María, en el podrás saborear la historia de la ciudad nada más entrar en él, es un barrio alegre y muy gaditano, donde el flamenco y el arte brotan aun en sus calles y plazas, en el cual lo más importante es la generosidad y amabilidad al visitante).
Reflexión:


Yo siempre ame y amo a Cádiz, pero gracias al mundo subterráneo que nos rodea por nuestros pies, oculto de casi todos los viandantes, con el cual estoy tremendamente fascinado por día que pasa, todo esto hace que este súper entregado a la ciudad.

Pienso y creo, que todos debemos estar en la obligación, de hacer por lo menos, una cuarta parte de lo que otros gaditanos hacemos por nuestra tierra, y lo mejor de todo, a cambio de nada, sin ánimo de lucro, por eso cuando nos entregamos a nuestra ciudad, sale bien todo lo que hagamos, porque es dedicación, entrega, pasión, sentimiento y sobre todo orgullo de ser del mejor trozo de tierra, en definitiva gaditano, por que luchamos por una ciudad, con encanto, maravillosa y con sabiduría histórica, que a lo largo de más de 3.000 años hemos sabido aportar a la ciudad, desde nuestros antepasados, hasta los días de hoy, Cádiz tiene añoranza, es mágica, Cádiz por donde quieras que ande huele a sal, mi gratitud y mi sentimiento hacia esta bella ciudad, es enormemente fascinante, incluso hasta yo a veces me quedo sorprendido de mi pasión por nuestra ciudad, lo cual veo hasta normal, por que el gaditano siempre quiere a su tierra sobre toda las cosas, pero cuando te metes a profundizar y indagar en su historia, es cuando ya no solo miras lo que amas a tu tierra, si no que tedas cuenta que ya no puedes salir, si no que como gaditano, tienes el deber de hacer algo mas por ella, aunque todos unidos, y cuanto más, nos entreguemos a divulgar nuestra historia, antes podremos salvarla, de lo contrario, lo pondrán todo muy bonito, pero la historia arquitectónica de la ciudad, terminara destruida.

Bueno gaditan@s, espero que entre tod@s, luchemos por nuestra tierra, barrio a barrio, por que las administraciones publicas de la ciudad, no lo harán, nosotros somos los que tenemos que luchar por este gran trozo de tierra llamado, (tacita de plata).

Como ciudadano y apasionado de mi barrio de santa María no he podido dejar de escribir este granito de arena, para una idea fantástica para Cádiz y en particular para el barrio, en la cual tengo que agradecer enormemente a Diego Pereira y a sus colaboradores, por su grandísima iniciativa y sus decisiones en este proyecto y por supuestísimo por dejar que colabore en dicho libro.


Un millón de gracias a mi abuelo Manuel zampaña Medina, que gracias a él, tengo yo la intriga del querer saber y aprender cada día más de nuestro mundo subterráneo, recuerdos y besos para él, este donde este.
Un cordial saludo de:
 cuevasytunelesdecadizblogspot.com.es
tenemos un grupo en facebook llamado: 
cadiz city antiguo y galerias subterraneas, 
al cual os invito.

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